OBJETIVOS:
- Aprender a ponerse en el lugar del otro.
- Detectar la influencia en la resolución de un conflicto de muchos factores: espacio, antecedentes, emociones, comunicación no verbal...
- Darse cuenta de que no podemos elegir las circunstancias pero sí la actitud con la que nos enfrentamos a ellas.
- Valorar de forma constructiva la opinión que los demás tienen de nosotros.
- Entender que nuestra opinión sincera sobre los demás puede ayudarles a mejorar.
ACTIVIDAD : ¡QUÉ NOCHE!...
- Todos los miembros del grupo colocan sus mesas y sillas en círculo.
- Se les plantea la siguiente situación:
“Es sábado a las 2 de la madrugada. Una chica de 15 años ha salido con sus amigos/as. Tenía permiso hasta las 11. Acaba de llegar a casa y se encuentra en su padre.”
Se trata de describir entre todos cuál sería la situación: conversación, descripción física del espacio, gestos, tono de voz, etc. Un participante empieza escribiendo lo que haría y diría como padre (encabezando el diálogo). A continuación pasa el papel a la persona sentada a su derecha, que contestará como hija. Una vez hecho, cada uno devuelve el papel al que hace de su progenitor (De esta forma todos/as desempeñan simultáneamente ambos papeles). Y así sucesivamente, hasta que entiendan que ha concluido la comunicación por esa noche.
Cada cual actúa/escribe, en función de la respuesta que encuentre en el otro/a, pero de la forma que crea que es más natural y que mejor se adapta a su carácter, experiencia..., pudiendo introducir las circunstancias o diálogos que considere oportunos.
Finalizada la actividad, analizamos cuestiones como las siguientes:
- ¿Qué tipo de intervenciones hemos hecho? (Cortas, largas, creativas, que provocan o reducen el conflicto, …)
- ¿Qué podría haber ocurrido?
Pepe era el tipo de persona que te encantaría ser. Siempre estaba de buen humor y siempre tenia algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba como le iba, el respondía:
"Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo". Era un Gerente único porque tenía varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las meseras seguían a Pepe era por su actitud.
Él era un motivador natural: Si un empleado tenía un mal día, Pepe estaba ahí para decirle al empleado como ver el lado positivo de la situación. Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Pepe y le pregunte:
No lo entiendo... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo ¿Cómo lo haces?...
Pepe respondió:
"Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo, Pepe, tienes dos opciones hoy:
Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor.
Escojo estar de buen humor".
"Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello.
Escojo aprender de ello".
"Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida.
Escojo el lado positivo de la vida".
Si, claro, pero no es tan fácil, protesté "Si lo es", dijo Pepe. "Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección".
"Tu eliges como reaccionas ante cada situación, tu eliges como la gente afectará tu estado de ánimo, tu eliges estar de buen humor o mal humor".
"En resumen, TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA".
Reflexioné en lo que Pepe me dijo... Poco tiempo después, deje la industria hotelera para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Pepe, cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar contra ella.
Varios años más tarde, me enteré que Pepe hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante, dejo la puerta de atrás abierta y una mañana fue asaltado por tres ladrones armados.
Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbalo de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Pepe fue encontrado relativamente pronto, llevado de emergencia a una Clínica.
Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Pepe fue dado de alta, aún con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Pepe seis meses después del accidente y cuando le pregunte como estaba, me respondió: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo". Le pregunté que paso por su mente en el momento del asalto. Contesto: Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones:
Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".
¿No sentiste miedo? Le pregunté. Pepe continuo: "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asuste.
Podía leer en sus ojos: Es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar una decisión:
¿Qué hiciste? Pregunté.
"Bueno, uno de los médicos me pregunto si era alérgico a algo y respirando profundo grite: - Si, a las balas - Mientras reían, les dije: estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto".
Pepe vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud. Aprendió que cada día tenemos la elección de vivir plenamente, la ACTITUD, al final, lo es todo.
"Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo". Era un Gerente único porque tenía varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las meseras seguían a Pepe era por su actitud.
Él era un motivador natural: Si un empleado tenía un mal día, Pepe estaba ahí para decirle al empleado como ver el lado positivo de la situación. Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Pepe y le pregunte:
No lo entiendo... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo ¿Cómo lo haces?...
Pepe respondió:
"Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo, Pepe, tienes dos opciones hoy:
Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor.
Escojo estar de buen humor".
"Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello.
Escojo aprender de ello".
"Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida.
Escojo el lado positivo de la vida".
Si, claro, pero no es tan fácil, protesté "Si lo es", dijo Pepe. "Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección".
"Tu eliges como reaccionas ante cada situación, tu eliges como la gente afectará tu estado de ánimo, tu eliges estar de buen humor o mal humor".
"En resumen, TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA".
Reflexioné en lo que Pepe me dijo... Poco tiempo después, deje la industria hotelera para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Pepe, cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar contra ella.
Varios años más tarde, me enteré que Pepe hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante, dejo la puerta de atrás abierta y una mañana fue asaltado por tres ladrones armados.
Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbalo de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Pepe fue encontrado relativamente pronto, llevado de emergencia a una Clínica.
Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Pepe fue dado de alta, aún con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Pepe seis meses después del accidente y cuando le pregunte como estaba, me respondió: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo". Le pregunté que paso por su mente en el momento del asalto. Contesto: Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones:
Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".
¿No sentiste miedo? Le pregunté. Pepe continuo: "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asuste.
Podía leer en sus ojos: Es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar una decisión:
¿Qué hiciste? Pregunté.
"Bueno, uno de los médicos me pregunto si era alérgico a algo y respirando profundo grite: - Si, a las balas - Mientras reían, les dije: estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto".
Pepe vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud. Aprendió que cada día tenemos la elección de vivir plenamente, la ACTITUD, al final, lo es todo.
Conclusiones:
Yo no elijo mis circunstancias pero sí la actitud con la que las enfrento.
*REGALO FINAL:
Juego del abanico
Juego del abanico
¿Qué opinan los demás de mí? Cada uno de los participantes escribirá su nombre en el encabezamiento de un folio. Los folios irán pasando al resto de compañeras y compañeros que irán escribiendo de forma anónima la opinión que tienen de nosotros. Cada vez que uno escriba, va doblando el folio de manera que quede como un abanico para que nadie pueda ver lo que los demás han opinado. De esta forma nos llevaremos a casa un “abanico” con la opinión que los demás tienen de nosotros. Al finalizar, reflexionaremos de forma individual y, luego, colectiva sobre esta actividad
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